Viaje astral

La chica tenía alas de oro
Su pelo blanco como hilos de plata
Sus ojos dos perlas carmesí
Sus labios pintados con fuego,
En su cintura se cernía una espada
Forjada con la saliva de los dioses.
Caminaba desnuda al costado de la ruta,
La ruta estaba desierta.
La chica murmuraba algo para sí,
Cada tanto
Mostraba su puño a los cielos
Maldiciendo a la diosa por haberla hecho venir.
Su figura resplandecía
Sobre la naturaleza muerta del desierto.
En su mano derecha llevaba un espejo
Un vidrio magico de antiguos tiempos.
El viento cantaba a su alrededor
Y el cielo gris la purificaba
Con lágrimas de sangre.

De un momento para otro el cordón se detuvo
Y fui devuelto a mi cuerpo
Para seguir recorriendo
La senda de los mortales.

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